La imposibilidad de asistir a congresos en vivo está complicando mucho el trabajo de quienes creen firmemente que la formación en medicina requiere un intercambio continuo de información y experiencias a nivel internacional. Por otro lado, la emergencia sanitaria que vivimos fomenta las interacciones a través de las plataformas digitales. Las utilizan tanto las empresas como las sociedades científicas y, por qué no, incluso las revistas como la nuestra, que pueden ponerse en contacto con expertos nacionales y extranjeros proponiéndoles entrevistas y colaboraciones fáciles de realizar.