Massimo Materassi nos cuenta cómo ha reaccionado El.En. ante los retos recientes
Mi experiencia en El.En. comenzó con una tesis de grado sobre la espectrofotometría de la descarga de un láser CO2 en determinadas condiciones de funcionamiento. Mi asessor era el Prof. Masotti, brillante ingeniero y cofundador, junto con el Ing. Clementi, del actual Grupo El.En. Desde esta primera experiencia, el camino para entrar a formar parte de El.En. ha sido breve, pero ahora, después de más de 20 años, puedo decir que he experimentado un gran entusiasmo por poder formar parte de él y he tenido el privilegio de vivir una experiencia formativa técnica y humana excepcional: desde el desarrollo de sensores para el análisis de los haces de las fuentes láser para aplicaciones industriales, hasta el desarrollo de los procesos de corte láser del metal con la instalación de los primeros sistemas de Cutlite Penta (empresa del Grupo que se encuentra actualmente entre los líderes mundiales del corte láser industrial), pasando después por el desarrollo de las fuentes médicas y sus procesos productivos hasta su actual cargo de responsable de Operaciones. Gracias a estas experiencias, he llegado a ser consciente de lo determinante que es contar con un equipo de personas capacitadas, bien formadas, con un gran sentido de la pertenencia y motivadas por la pasión por este trabajo. Todos los elementos que la empresa siempre ha buscado, poniendo en el centro a las personas, su capacidad de innovar y aumentar el conocimiento, creando valor para la comunidad y nuestros grupos de interés, para hacer equipo. Factores cuya importancia probablemente nunca hemos entendido como en este último período: para todas las producciones del mundo el período de la pandemia fue un momento traumático, caracterizado por la escasez de materias primas y omponentes que efectivamente bloquearon las actividades productivas. A pesar de ello, El.En. ha experimentado un fuerte crecimiento durante dos años, caracterizado por un dinamismo de las operaciones que probablemente nunca se había experimentado antes y que ha hecho que la empresa desarrolle con gran rapidez sus estrategias de crecimiento y de modalidades de trabajo.
A pesar de la incertidumbre, hemos seguido invirtiendo en la digitalización y simplificación de los procesos operativos y de planificación de la demanda (MES, WMS, DPM), así como hemos realizado importantes inversiones en infraestructuras logísticas y técnicas (almacenes automáticos, línea interna de producción y prototipos electrónicos, impresoras 3D, línea interna de producción y prototipos mecánicos), y también en la formación del personal, con especial atención a la preparación técnica y a la calidad del trabajo, pero también a las competencias interpersonales y a la colaboración. Y de hecho, más allá de los tecnicismos aún muy importantes para garantizar un desarrollo
efectivo en el tiempo, el verdadero motor en los momentos más delicados fue la colaboración transversal plena y sinérgica entre todas las funciones empresariales, desde Compras hasta Investigación y Desarrollo, desde la Ingeniería de Producto hasta la Planificación y Producción, pasando por el Área Comercial y la Calidad: cada cierto tiempo nos enfrentábamos a las innumerables dificultades que se presentaban, ampliando el potencial de los talentos individuales y terminando por transformar en oportunidades de crecimiento y mejora lo que al principio parecía imposible de realizar en aquel momento. Los valores y los factores humanos que nos acompañan y caracterizan han dado a la empresa la capacidad de percibir los cambios en curso y de reaccionar eficazmente como un solo cuerpo, permitiendo hacer frente a los retos más difíciles. La nuestra es una habilidad innata.
Massimo Materassi
Director de operaciones de El.En.
